Ambos prometen placeres
exquisitos pero reclaman muchísima atención, degustar vinos y o mujeres es
tarea que reclama minuciosidad.
Durante el tiempo que dure
el encuentro nunca olvide que
tienen secretos deliciosos que esperan que usted sea capaz de develar.
No
será fácil, no tiene por qué serlo, pero Usted ha decidido que es un elegido.
(por algún dios muy antiguo, pagano, de esos que reinaban en
los territorios del amor, la sensualidad y por qué no... la lujuria)
( y que tenían la exacta
medida de ser... sólo un poco más que usted...)
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