Las que ¨ dicen... yo no tomo vino... ¨ y ahí termina todo.
Pida una cerveza, una pizza, hable de fútbol o de política y llévela a dormir, sola, temprano, o si ella vale el esfuerzo, inténtelo.
Las que ¨ dicen... me encanta el vino... ¨ y ahí empieza todo.
Hay otras dos, una más común o previsible, la otra muy peligrosa...
La previsible, o más común, que ella lo deje elegir.
La peligrosa... cuando ellas dicen... ¨ dejáme elegir a mi... ¨
Si eso sucede, pocas y mentadas veces, usted tendrá una experiencia definitivamente vertiginosa.
¨ Sabrá cómo es eso de, al menos una vez, sentirse un objeto sexual... ¨
Porque es obvio que este libro tiene como comprensión, método y destino el sexo, por supuesto...
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