De no creer... hay quienes se sienten adultos, y serios, porque no creen.
Será que muy pronto alguien les dijo que los Reyes Magos eran los padres y éstos no pusieron suficiente énfasis en negarlo pero así son...
Descreídos.
Y todos sabemos que los descreídos son pobres de espíritu y fantasías que están allí, contraídos en su pequeño mundo de razones y eficacias esperando que los Papás o las Mamás o alguien venga a salvarlos y a prometerles que...
Sí, por Supuesto que Sí, los Reyes Magos existen, igual que Papá Noel, los amores a primera vista y los amigos para toda la vida.
Y, si tienen paciencia y aprenden, cuando toman un Sauvignon Blanc pueden escuchar las olas -lejanas eso sí- del Pacífico, o toman un Torrontés y no dudan: es el viento de la quebrada. Qué decir si toman un Malbec, se escuchan los susurros de los álamos y el despeñarse del Río Mendoza.
El vino, entre muchas de las cosas que enseña, enseña a creer en la Magia.
Será que muy pronto alguien les dijo que los Reyes Magos eran los padres y éstos no pusieron suficiente énfasis en negarlo pero así son...
Descreídos.
Y todos sabemos que los descreídos son pobres de espíritu y fantasías que están allí, contraídos en su pequeño mundo de razones y eficacias esperando que los Papás o las Mamás o alguien venga a salvarlos y a prometerles que...
Sí, por Supuesto que Sí, los Reyes Magos existen, igual que Papá Noel, los amores a primera vista y los amigos para toda la vida.
Y, si tienen paciencia y aprenden, cuando toman un Sauvignon Blanc pueden escuchar las olas -lejanas eso sí- del Pacífico, o toman un Torrontés y no dudan: es el viento de la quebrada. Qué decir si toman un Malbec, se escuchan los susurros de los álamos y el despeñarse del Río Mendoza.
El vino, entre muchas de las cosas que enseña, enseña a creer en la Magia.
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