Juan
reconoce que no la puede seguir a Magalí en sus comentarios sobre
cualquier tema, ni el cine, ni la política, ni los viajes, ni pensar en
psicoanálisis o filosofías, será porque ella es periodista y o también
porque Juan se reconoce sólo bueno para los caballos.
Por eso cuando llegó el tiempo de los postres y el mozo esperaba la decisión fue una sorpresa que Magalí dijo, señalando la botella vacía...
"Otra, pero sin madera, puro Malbec jóven".
Magalí admite que cuando se pone nerviosa habla demasiado, más que eso, se pone pesada, imponente, pero tiene suerte, cuando le dan ganas de sacarse los zapatos, ya se verá después como se los pone, coincide con sus ganas de callarse, escuchar a Juan hablar de sus caballos y para eso, nada mejor que seguir tomando.
Magalí y Juan , saben, que la segunda botella viene con una invitación al amor.
Por eso cuando llegó el tiempo de los postres y el mozo esperaba la decisión fue una sorpresa que Magalí dijo, señalando la botella vacía...
"Otra, pero sin madera, puro Malbec jóven".
Magalí admite que cuando se pone nerviosa habla demasiado, más que eso, se pone pesada, imponente, pero tiene suerte, cuando le dan ganas de sacarse los zapatos, ya se verá después como se los pone, coincide con sus ganas de callarse, escuchar a Juan hablar de sus caballos y para eso, nada mejor que seguir tomando.
Magalí y Juan , saben, que la segunda botella viene con una invitación al amor.
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