jueves, 12 de julio de 2012

Vinos, mujeres, montañas, magia

Se parecen en mucho, en el comienzo, en que le creemos, mientras sucede lo que sea que suceda nos vamos alejando de nuestras mejores ideas, claridades y convencimientos, con las que vivimos y no criticamos, discutimos, sólo ansiamos otra copa más, otro beso más, otro paso más, otro movimiento de la magia más.

Cuando a la mañana siguiente, la cumbre ya sucedió, la embriaguez apenas dura, la mujer nos abandonó, y la magia es confusión, buscamos en el gusto de nuestra boca, en el dolor de nuestros músculos, en la ansiedad de nuestra piel y no dudamos:

"Sea lo que sea que sucedió, queremos más".

No hay comentarios:

Publicar un comentario