lunes, 8 de octubre de 2012

Detalles que demoran

 
La mejor forma que John encontró de no interrumpir a Inés fue pedir un Sauvignon Blanc tardío.


Inés es un morena sin pretensiones de las que sonríen mucho y se prometen callarse pero no pueden, siguen contando la historia de Rivera, el pueblo de los Abuelos donde todos los primos y amigos se encontraban todos los veranos.

John es un inglés que empezó a caerse del mapa hace años buscando un lugar que nunca tuvo, porque lo suyo fue de los internados cuando chico, del ejército de jóven y de multinacionales hasta ahora.

Escuchar hablar a Inés de carreras de caballos, de buscar patitos en la laguna, de esconderse entre las bolsas y a la tarde ir a esperar al tren, por el puro gusto de ver quién llega y quién se va; y luego la vuelta al perro de la plaza para terminar alrededor de una fogata contando cuentos de miedo fue para John una promesa de felicidad.

Y la mejor forma de estirarla, en los detalles, y de agarrarla ahora mismo fue el dulzor lleno de flores de ese Sauvignon Blanc tardío de Agrelo.

Toda John se llenó de las historias mientras toda Inés se inundaba de esa embriaguez deliciosa que hace a las risas un poco más fuertes y a los abrazos un poco más largos.

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