El futre y el Barbera

Noche de luna llena, fogones para discutir el frío y siempre sale la historia del Futre, los que no creen, turistas, gente de la ciudad dicen que "son los huesos de los animales que al abrazarlos la luz, la luna refractan, destellan la luz, los de por ahí, pobladores de siempre cuentan...".
Es la historia del pagador del ferrocarril que cuando se hacía el ferrocarril Argentina Chile, fue asaltado y degollado, nada menos y que ahora, en noches como esta, anda buscando a sus asesinos.

Es un momento de puras risas, al comienzo, y no mucho después, entre la noche fría, el viento susurrante y el cielo oscuro aparece, un poco, de miedo y todos sabemos: el miedo da sed.

Alguien abrió un Tetra con vino Barbera y lo hizo circular, y qué menos o qué más, el Barbera no es vino sutil de taninos redondeados y de finales a vainilla, no, de cuerpo liviano, pero de taninos duros ayuda a digerir miedos y leyendas, seca la boca y la deja áspera, con ganas de otro poco más.
Igual que el cuento del Futre.